Mis primeros cuadros, los pintaba en tablés y con pincel, pero ya con aquella temprana edad me sentía orgullosa de lo que podía conseguir pintando, y la satisfacción que me producía conseguir esas imágenes tan perfectas.

Al margen de esta perfección, aun me parecía mucho mas importante, que tanto las miradas como el paisaje, emocionaran. Soy de estas personas, que creo, que una obra de arte debe producir una emoción.

Captar ese momento justo, donde todos los elementos crean ese bello equilibrio, es lo que me motivaba a seguir buscando la perfección.

Hoy en día busco más que la perfección y el equilibrio, es más, si tengo que romper el equilibrio y la perfección lo hago en pro de no quedar indiferente ni mediocre, de ahí la pintura ecléctica.

En la cartelería de los años 20, encontré mi hueco, satisfaciéndome mucho sus resultados, mi Art Decó, es básicamente francés, teniendo mucho éxito en mis exposiciones en Euskadi, sobre todo con clientela francesa ( les encanta este estilo).